sábado, 16 de octubre de 2010

Cuando entendés que todo en la vida tiene un sentido. Uno sólo flota, se deja llevar. La vida es un río. Un río de agua que avanza siempre en la misma dirección. Se puede nadar contra la corriente hasta agotarse pero el río se va a encargar solito de llevarte hacia donde debas ir. La vida no da a elegir, te pone en un lugar y en un tiempo. El desafío es aceptar como viene la mano y a partir de ahí avanzar y hacer algo distinto con eso que te tocó en suerte. Todo tiene un sentido. Por más que hagas de todo, lo que deba ser, será. Todo tiene un sentido, aunque no siempre entiendas cuál es.

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