jueves, 18 de noviembre de 2010

Se levantó un día y se sintió rara, con un deseo incontenible de llorar, no sabia como ni porque pero necesitaba descargar algo que no entendía que era. Quizás bronca o ira por sentimientos acumulados de hechos pasados, quizás por sus recientes fracasos, quizás por no tener la seguridad necesaria en ella misma, pero NO nada de eso, solo quería llorar. Nadie entendía como de forma tan repentina podía pasar de la risa al llanto, y como esas lagrimas parecían acumuladas de hace años porque caían sin cesar por su rostro. No le molestaba llorar, siempre se sentía aliviada luego de hacerlo, algunos le decían “dramática”, “exagerada” “hiper sensible”, pero ella en el llanto encontraba una escapatoria, era la forma de desahogar y de dejar ir todos los problemas que la atormentaban, que la preocupaban y que no la dejaban ser FELIZ.

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